Un mes, dos meses.
Fuimos al baratillo, no se por qué aún no habíamos ido.
Es increiblemente grande y bizarro, más que Padre Cuellar, aunque ahí
hayamos conseguido los trofeos de bici.
El baratillo es como 3 o 4 ferias paraguayas juntas, pero por supuesto con
más puestitos de comida y animales y pollitos de colores. Me cansé bastante y
me dieron mucha lástima los perritos todos hacinados y los pollitos de colores
también, aunque hubiese querido filmarlos.
Un señor creyó que éramos de Puerto Rico y nos hizo reír mucho, me probé la
camisa igual porque tenía mucha onda, era negra y blanca como cubana, tipo
Buena Vista Social Club. Fue demasiado para mi.
A otro vendedor muy viejito que le faltaban todos los dientes le caímos muy
macanudos y nos quería vender todo a toda costa. Decía que la valija tenía el
sello de la aduana y que ni en el aeropuerto la iban a poder abrir. Después nos
habló de Gardel y de los narcos, y de Maradona obvio. Cami se compró la valija
y más cosas que metió adentro. Me gustó cuando me dijo lo de los ricos y los
pobres, y como toda la plata termina en la cervecería Modelo de todos modos, y
eso es muy cierto.
La rumana consiguió ropa también y gastó re poco. Ro se puso una visera y me
recordaba a Forrest Gump, no se si Forrest usaba visera pero me hizo acordar
que querría volver a verla con el proyector en la terraza.
Golpeé sin querer a varias señoras con la valija, algunas se reían y otras
me querían re cagar a puteadas, pero bueno, hacía mucho calor y los pasillos
eran muy muy angostos y cada vez se achicaban mas y mas. Al fin nos fuimos a
comer.
Fuimos a los mariscos otra vez y el mozo recordaba lo que habíamos pedido
como un mes atrás, nos sorprendió mucho y pedimos. Me acordé de Cancún y del Crustáceo
Cascarudo, y de lo bueno que estaba el pescado que comimos ahí. Un marlín con
no se que más, me había olvidado del nombre hasta que hoy más tarde pasamos por
otro bar que se llama Bob Marlín. El dibujo era un marlín con gorro y rastas,
me causó mucha gracia.
A la nochecita Erick finalmente proyectó en la terraza el video de su
familia. Su abuelo registró con una 8mm practicamente toda su vida, desde antes
de casarse hasta el nacimiento de los primeros nietos. Erick lo editó y
compaginó increiblemente para un trabajo de la escuela, hace como diez años,
pero ahora que lo encontró lo quiere mandar a un festival o algo así. Nos
encantó, a todos. Vi en el video a tanta gente desconocida pero a la vez también
vi a mi propia familia, y me emocionó, y
me dejó tan pensativo y nostálgico, más que siempre.
Me puse a pensar en que hace ya dos meses que llegamos, en lo mucho y poco
que es, y en todo lo que este viaje modificó en mi, adentro. Me dio como un
poco de escozor, o no se bien que, pero me movió algo en algún lado.
Me puse a pensar también en que me queda un mes, nada más. En lo mucho y
poco que también es, y en lo mucho por supuesto que voy a extrañar todo cuando
lea esto, o cuando vea las fotos de la casa de Chapu, o de los murales de
Orozco, o de los chicos. Al fin y a cabo me la paso extrañando tal vez, pero me
di cuenta que no me hace mal y que por contrario, puedo convivir con ello
eternamente, como el abuelo de Erick, tal vez si, tal vez no. No me importa.
Esta ya es la tercera noche viviendo en la casa de los chicos, bueno, en
nuestra casa de ahora en Santa Tere. Y nos encanta también. Andra armó una
reunión de consorcio e hicimos los cronogramas para limpiar y clasificar la
basura y reciclar. A mi me toca el living y los vidrios de adelante, y reciclar
esta semana porque ya para la próxima vez ni voy a estar en México, y eso me
dio una cosa adentro, una vez más.
Cuando terminamos brindamos con tequila Don Roberto para sellar el pacto y
oficializar la bienvenida, nos reímos mucho, nos abrazamos y nos fuimos a
dormir.
1 comentario:
quiero más!!!!!!!!!
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