jueves, 30 de mayo de 2013

Una lección.

Cuando haces lo mejor posible y aún no lo vale. Y no sirve.
Cando un viaje se llena de favores para los demás, pero nadie te pregunta siquiera como estás.
Y no sirve.
Cuando haces cosas al pedo, y te cansas y te quedás con esa cosa ahi adentro. No sirve.

Finalmente me di cuenta que con la voluntad  no hacemos nada.
Y que evidentemente por más generosidad y energía que uno ponga, no todos servimos para hacer favores.
Yo no sivo, y claramente me sale mal.

Justo hoy pensaba en mis capacidades. O discapacidades, depende.
Pensaba, que hago todo y a la vez nada.
Y que dibujo, pero tampoco la pavada.
Que pinto, pero no tengo ni técnica.
Que canto, pero como me sale.
Que escribo, pero como hablo.
Que hablo, pero como escribo.
Hasta en la radio.
Que siempre fui el alumno promedio. Ni el mejor ni el peor.
Y así con todo. Con la vida.
Con los favores.

Y pensando un poco en el futuro, reparé en que no quiero tener que deberle nada a nadie. Nunca más.
No quiero jefes que te digan que hacer para después decirte que está mal y que estás mal. Y que no sirve.
Quiero que sirva, quiero poder y quiero que me salga.

Quiero ser mi propio jefe, y con mis discapacidades seguir creando, como pueda y como me salga.
Quiero pararme en un aula y compartir con más gentes mi poca técnica, mis pobres pavadas, mi habla escrita y mi escrito hablado.
Pero también quiero compartir toda esa pasión, esa voluntad y energía, aunque no como un favor.
Sino como verdad, como honestidad, como vida.

Quiero seguir siendo un alumno promedio, un profesor promedio, un diseñador promedio, no me importa eso.
Pero lo que si me importa es que sirva
Y que finalmente, ese favor sea para mi.


No hay comentarios: